La Salud Más Allá del Peso

La salud más allá del peso

Por: LNCA. Diana Laura López Rodríguez

En la cultura contemporánea, el peso corporal ha sido comúnmente utilizado como el principal indicador de salud. Desde las campañas publicitarias hasta las consultas médicas, se nos ha enseñado a creer que un cuerpo más delgado equivale a estar más saludable, mientras que el sobrepeso y la obesidad se relacionan de manera automática con un deterioro del bienestar. Sin embargo, investigaciones recientes sugieren que esta visión es simplista y potencialmente perjudicial, al no considerar otros factores fundamentales que definen el estado de salud de una persona. El peso, aunque relevante, es solo una pieza del rompecabezas. La salud debe evaluarse a través de múltiples ejes, que incluyen la alimentación, la actividad física, el bienestar emocional y la salud metabólica, entre otros. 

Composición corporal y salud metabólica 

El peso corporal, medido típicamente mediante el índice de masa corporal (IMC), ha sido un indicador tradicional para clasificar a las personas en categorías de bajo peso, normopeso, sobrepeso y obesidad. Sin embargo, esta medida no tiene en cuenta la composición corporal, es decir, la proporción de grasa, músculo, hueso y otros tejidos en el cuerpo. Un individuo puede tener un IMC alto debido a una mayor cantidad de masa muscular, lo que no necesariamente implica un riesgo para la salud. De hecho, estudios han demostrado que las personas con sobrepeso o incluso con obesidad pueden ser metabólicamente sanas si no presentan factores de riesgo como presión arterial elevada, niveles altos de glucosa en sangre o dislipidemias, aunque no necesariamente se eximen del riesgo en un futuro. (Kramer et al., 2013). 

Actividad física 

Otro aspecto crítico para determinar la salud de una persona es su nivel de actividad física. 

Alguien con un peso dentro de los estándares normales, pero que lleva una vida sedentaria, puede enfrentar riesgos mayores que una persona con sobrepeso que realiza actividad física regularmente. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda al menos 150 minutos de actividad física moderada a la semana para mantener la salud cardiovascular y metabólica (WHO, 2020). La aptitud física, que incluye resistencia, fuerza muscular y flexibilidad, es un componente vital para la salud general y puede mejorar los biomarcadores de salud, independientemente del peso.  

 

Salud mental y bienestar emocional 

El estado emocional también juega un papel fundamental en la salud general. Condiciones como la ansiedad, la depresión y el estrés crónico pueden impactar negativamente en la salud física, independientemente del peso corporal. El bienestar psicológico influye en los hábitos de vida, incluyendo la alimentación y la actividad física, y está relacionado con el equilibrio hormonal, la inflamación y otros factores biológicos (Luppino et al., 2010). Por tanto, una persona que cuida su salud mental, gestiona el estrés de manera efectiva y mantiene un estado emocional equilibrado puede estar más saludable.  

Calidad de la alimentación 

Más allá de la cantidad de calorías o el control del peso, la calidad de la alimentación es un pilar esencial del bienestar. Una dieta rica en alimentos ultraprocesados, azúcares añadidos y grasas saturadas puede afectar negativamente el cuerpo, incluso si la persona se encuentra dentro de un peso considerado “normal”. En cambio, una alimentación basada en frutas, verduras, granos enteros, proteínas magras y grasas saludables aporta nutrientes esenciales que favorecen la salud metabólica, inmunitaria y cardiovascular (Micha et al., 2017). De este modo, una persona que consume una dieta de calidad puede ser más saludable que alguien cuyo peso se ajusta a los estándares tradicionales, pero que tiene una dieta deficiente. 

Factores genéticos y medioambientales 

Por último, los factores genéticos y el entorno en el que una persona se desarrolla juegan un papel importante. Algunas personas pueden tener predisposiciones genéticas para enfermedades como la diabetes o enfermedades cardiovasculares, mientras que otras pueden estar “protegidas” genéticamente, independientemente de su peso corporal. El entorno socioeconómico, el acceso a atención médica, la educación y las condiciones laborales también son factores que influyen en la salud, y no están directamente relacionados con el tamaño del cuerpo (Hruby & Hu, 2015). 

Como podemos apreciar, la salud es un concepto multidimensional que no puede reducirse exclusivamente a lo que muestra la báscula. Aunque el peso corporal es un factor relevante, es esencial considerar otros indicadores como la composición corporal, la actividad física, la salud emocional, la calidad de la dieta y los factores genéticos y medioambientales. Un enfoque integral de la salud debe centrarse en mejorar el bienestar físico, mental y social, en lugar de enfocarse únicamente en la reducción del peso. Reconocer esta visión holística puede llevar a intervenciones más efectivas y menos estigmatizantes para la salud pública. 

Referencias 

Kramer, C. K., Zinman, B., & Retnakaran, R. (2013). Are metabolically healthy overweight and obesity benign conditions? A systematic review and meta-analysis. Annals of Internal Medicine, 159(11), 758-769. 

Luppino, F. S., De Wit, L. M., Bouvy, P. F., Stijnen, T., Cuijpers, P., Penninx, B. W., & Zitman, F. G. (2010). Overweight, obesity, and depression: A systematic review and meta-analysis of longitudinal studies. Archives of General Psychiatry, 67(3), 220-229.

Micha, R., Peñalvo, J. L., Cudhea, F., Imamura, F., Rehm, C. D., & Mozaffarian, D. (2017). Association Between Dietary Factors and Mortality From Heart Disease, Stroke, and Type 2 Diabetes in the United States. JAMA, 317(9), 912-924. 

Hruby, A., & Hu, F. B. (2015). The epidemiology of obesity: A big picture. Pharmacoeconomics, 33(7), 673-689.  

WHO (World Health Organization). (2020). Physical activity fact sheet. Retrieved from https://www.who.int. 

EN ESTE NÚMERO

  • 4 noviembre

    Fecha límite de captura de calificaciones y faltas

  • 5 noviembre

    Publicación de calificaciones parciales y faltas

  • 11 al 14 noviembre

    Publicación de calificaciones de exámenes a título y extraordinarios

  • 15 noviembre

    Fecha límite de baja total

  • 18 noviembre

    Descanso obligatorio

  • 27 noviembre al 4 diciembre

    Periodo de evaluación

  • 29 noviembre

    Fecha límite solicitud de cambio de licenciatura y de posgrado